Barrio Judío de Praga.

En la zona norte del Barrio Viejo de Praga, encontramos el conocido como Barrio Judío o Josofov. Aquí encontramos el Ayuntamiento (que data del siglo XVI), el monasterio de Santa Inés y la casa donde nació Franz Kafka. Además existen todavía hasta 6 sinagogas y un cementerio. Así veremos la Sinagoga Vieja-Nueva del siglo XIII, en estilo gótico tardío, considerada la más antigua de Europa. La Sinagoga Española del siglo XIX cuya decoración replica los arabescos de la Alhambra de Granada. La Sinagoga Klausen del siglo XVII (en la imagen) que conserva una importante colección de textos en hebreo y dibujos de niños que fueron encontrados en el campo de concentración de Terezín. La Sinagoga Pinkas del siglo XV, en cuyas paredes aparecen los nombres de los 77.297 judíos checos que fueron asesinados durante el Holocausto. También la Sinagoga Alta y la Sinagoga Maisel, ambas del siglo XVI.

Los judíos llegaron a Praga en el siglo X. Pronto hubieron de buscar su propio lugar dentro de la ciudad debido a la enemistad del sector cristiano de la población. Pero vivían privados de la libertad de viajar y pasearse por la ciudad como si fuese propia, como en un gueto. Por ello establecieron sus propias reglas. En 1270 construyeron la primera sinagoga y en el 1292 consiguieron que se les concediera la independencia administrativa, para poder solucionar sus conflictos según sus usos y costumbres. De todos modos, la represión contra ellos no quedaría ahí: en 1389, durante el Domingo de Pascua, 3000 judíos residentes en Praga fueron asesinados violentamente sin razón aparente.

Pese a ello. El pueblo judío siguió adelante y un par de siglos más tarde había crecido en cantidad de habitantes y en calidad de vida. Fue en el siglo XVI, cuando conocieron su época de mayor prosperidad de la mano de Mordecai Maisel, empresario que asumió la alcaldía del barrio. A mediados del siglo XIX se abrió una época de mayor tolerancia y los judíos más pudientes se trasladaron a otros lugares de Praga. En el siglo XX, durante la II Guerra Mundial y la dominación nazi, gran parte de los judíos de Praga fueron deportados a campos de concentración, como el de Terezín a 60 Km de Praga, donde fueron maltratados y torturados muriendo buena parte de ellos por desnutrición y las malas condiciones higiénicas, mientras otros simplemente aguardaban su traslado a los campos de exterminio de Auschwitz o Treblinka.

Imagen propia: Sinagoga Klausen de Praga.