Haugesund

Miércoles, 6 de Septiembre. El día amanece soleado y luminoso en Noruega. Por eso tras el desayuno subimos a la cubierta superior donde está la piscina y el solárium. Y allí desde esa situación privilegiada y disfrutando del sol noruego, vamos presenciando la maniobra de acercamiento de nuestro barco a la ensenada de Haugesund, la lenta entrada en la misma y el atraque en sus muelles.  Desde el exterior del edificio de la terminal, un grupo musical nos recibe con su seleccionada música vikinga. Hoy tenemos día libre. Después de una mañana relajada tomamos nuestro vermú y cogemos mesa en el Restaurante Auster en Cubierta 3.

Y aprovechamos la tarde para visitar la ciudad. Con 40.000 habitantes Haugesund es una ciudad coqueta, recogida y muy limpia. Ciudad de los Reyes Vikingos, conserva el recuerdo del rey Harald “Cabellera Hermosa”, quien entre los siglos IX y X, unificó las tierras noruegas. Según la tradición, Harald pretendía en matrimonio a la noble Gyda Eiriksdottir, hija del caudillo vikingo Eirik de Hordaland, pero ella rechazó su petición por considerar que no tenía suficiente poder dentro de Noruega. Ante la negativa, Harald prometió no volver a cortarse la cabellera hasta que reuniese bajo su autoridad toda Noruega. Después de 10 años, logró su cometido y Gyda aceptó el matrimonio.

El paseo por Haugesund resulta muy agradable. Casas de madera con un cierto estilo suizo y edificios como el Ayuntamiento de estilo neoclásico o la Iglesia del Salvador con su estilizada torre que domina la ciudad. Paseamos por la comercial calle Haraldsgata, donde se puede probar el geitost, un queso dulce hecho con leche de cabra que los noruegos suelen tomar en el desayuno con café o té. Llegamos hasta el mirador Havnaberg, donde nos hacemos fotos junto a la estatua de Harald.

Cuando cae la tarde regresamos a nuestro barco. Espectáculo en el Broadway, cena y a bailar.

Imagen de WhatsApp Familia Fabricci: Vista general de Haugesund.