Monasterio de San Pedro de Roda.

Dentro de la comarca gerundense del Alto Ampurdán, nos dirigimos a Puerto de la Selva, para visitar el Monasterio de San Pedro de Roda, construido en terrazas para adaptarse a la ladera del monte Verdera. Impresiona las grandes dimensiones del conjunto monacal que unido a lo incierto de su origen ha dado lugar a distintas leyendas, que hablan de las reliquias de San Pedro y de otros santos depositadas aquí desde los tiempos de las invasiones bárbaras en el siglo VII.

Lo cierto es que las excavaciones arqueológicas descubrieron estructuras antiguas de origen posiblemente romano, y pequeños fragmentos marmóreos decorados de aquella época. Sin embargo el primer documento data del año 878 y sería en el siglo X cuando se constituye como monasterio benedictino independiente, conviertiéndose en el principal centro espiritual de la zona. En el siglo XV es regido por abades comendatarios, iniciándose su decadencia hasta su abandono en el siglo XVIII. 

El conjunto arquitectónico se organiza en torno al claustro y la iglesia, levantada entre los siglos X y XI. De estilo románico, la nave central es espléndida y de gran dimensión, con un deambulatorio en el ábside, que parece continuarse por las dos naves laterales. Bajo el ábside se encuentra la cripta.

En una cota superior se ven las ruinas del Castillo de San Salvador de Verdera y en las cercanías el poblado medieval de Santa Cruz de Roda, del que permanece en pie la Iglesia de Santa Elena. Son impresionantes las vistas que, desde aquí, se disfrutan de Cabo Creus.

Imagen de mi autoría: Nave de la Iglesia del Monasterio.