Relaciones de pareja

Avanza el siglo XXI y las "parejas de hecho" son hoy aceptadas socialmente, Pero no siempre fue así. Buscando unos datos digitalizados en el Archivo Municipal de Cartagena, me tropecé con algunas curiosas demandas interpuestas por mujeres que se consideraban engañadas. 

Y no me refiero a los raptos de la novia, que se ejercian para forzar el  consentimiento parental al matrimonio. Sino a las relaciones consumadas de hecho, bajo promesa por parte del varón de una posterior formalización. 

Así María Martínez, hija de Luis Martínez, vecina y natural de Murcia, de 18 años, se aparta de su querella contra Juan Segado, vecino de Cartagena, "por averme corronpido y avierto mi virginidad debajo de palabras de casamiento", dice aquélla, porque Juana Barcia, viuda de Ginés Segado, madre de Juan Segado, se había obligado a darle 44 ducados para ayuda de su casamiento.

Más interesante, por su expresividad, es el memorial por el que Catalina de Burgos, viuda, se querelló contra Juan Pérez Pica, escribano, porque según decía ella- "habidas aquí por premisas las solemnidades del derecho...el sobredicho acusado me ha solicitado y seguido do quiera que me ha podido haber y hablar, ofreciéndome se casaría conmigo y me tomaría por su esposa y mujer, e yo, condescendiendo con su voluntad e debilinoso apetito, bajo de la dicha palabra y promesa que en presencia de personas honradas me dió, prometiendo y jurando no sería otra su mujer, sino yo, bajo de'lo cual tuvo acceso y copula carnal conmigo, tratándome como a su mujer, como lo había de ser, enviándome todo lo necesario para el sustento de mi persona e vestir, y debiendo el sobredicho acusado de cumplir por su parte la dicha palabra y promesa y casarse conmigo en faz de la Sancta Madre Iglesia..., se ha sustraído y no quiere casarse conmigo, no habiendo causa que legítima y bastante sea; en lo cual el sobredicho acusado ha cometido delito y es de tal calidad que si no se casase conmigo yo quedaría engañada, y para haberme de casar con otro, por razón de la infamia que quedaría subrogada en mi persona, había menester más dote para poderme casar con otro"

Imagen: "El robo de la novia" de Hamid Savkuev (Kazajstán,1964)