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Ayer, todo el día seguí el desarrollo de las elecciones en USA; por la noche, no podía creer lo que estaba sucediendo pero... paso. Hillary Clinton perdía por una pequeña fracción de punto porcentual en algunos estados que bien pudieron darle la victoria y cambiar el rumbo de las cosas.
Ni hablar, creo firmemente que Hillary hubiera sido una excelente presidente. Ella es de esa clase de persona que aún en la derrota ha ganado, y mucho. Entre otras cosas, el respeto de quienes la vimos dar la batalla con dignidad y altura, el cariño de quienes nos sentimos identificados y unidos en torno a sus ideales y proyectos, y desde luego, un lugar muy especial en la historia como una mujer inteligente, una gran política y de amplia conciencia social.
Ella me enseño que... "El desafío del liderazgo es ser fuerte, pero no grosero; ser amable, pero no débil, ser valiente, pero no intimidar; ser reflexivo, pero no perezosos; ser humilde, pero no tímido, sentirse orgulloso, pero no arrogante; tener humor, pero sin locura" (Jim Rohn)
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¡Hola!
Me alegra volver a verte actualizando.
Quizá yo no me sentía tan hechizado por Hillary, pero desde luego infinitamente más deseable que ese tipejo de Trump. Veremos hacia donde caminará el mundo en estos próximos años.
Saludos.
Hola @corremundos, gracias por la visita y comentario, me anima sentirme acompañada. Mis mejores deseos para ti.