miarroba
Un extra de "Mi Hermana Elena"

   Lo dije en el otro blog: voy a intentar mantener una rutina de dos actualizaciones al mes aquí, y cuatro en Blogger. Para los que actualizáis a diario os sonará a chiste, pero intento mantener una disciplina regular. A ver si lo consigo a lo largo de este año.    



   Vamos por el principio: ninguna de mis hermanas se llama Elena. Mi Hermana Elena es un musical de 1955, dirigido por Richard Quine. Si alguien está al tanto de comedias y musicales clásicos, Quine es más conocido por 'Me enamoré de una bruja" ó "Cómo matar a la propia esposa". Éstas dos últimas sé seguro que las vi en algún momento en la tele, pero las tengo medio borrosas. Recuerdo que la de la bruja estaba bien (aparecían allí Kim Novak, Jack Lemmon y James Stewart ¿cómo iba a estar mal?), pero sin detalles.

   La foto de modelo venía de un estudio monográfico sobre la carrera de Richard Quine, aparecido en el número de Febrero de la revista Dirigido Por. No sé, desde hace tiempo parece que leo más sobre cine en vez de ver las propias películas. Con las adaptaciones me pasa parecido, acabo fijándome la mayor parte de las veces más en el libro en que están basadas que en las propias películas. Rarezas mías. Parafraseando al anuncio de la BMW: "me gusta leer". Cierro paréntesis, y sigo.

   La imagen que elegí era una de las tres que pertenecían a dicho musical. En ella, aparecia Janet Leigh como Eileen (la Elena del título) hablando con un barman en algo que parecía un drugstore de la época: uno de esos locales mitad almacen, mitad bar. En vez de elegir a Eileen como  modelo, me decidí por el personaje de al lado, que parecía algún tipo de viajante, y leía algo mientras comía; no debía de ser más que un extra en la escena, pero me gustaba la pose.
       
   Hice el dibujo en una libreta moleskine estrecha (unos 13x21 cm), en un hueco que me dejaron unos apuntes. El boceto lo hice con un  lápiz Blackwing XIX, y el sombreado fue con un grafito Cretacolor de 6b. Me quedó una barbilla rara, al hacer las arrugas de los pómulos demasiado caídas. Pero bueno, tampoco es mi peor esbozo.

011
La lechuza del profesor


    Tuve tres profesores de dibujo. Del primero no recuerdo su nombre, dio un curso de verano en el Museo Evaristo Valle cuando aún iba al Instituto. El tercero fue Roberto Crespo Joglar, que tenía su estudio enfrente de lo que era el Cine Albéniz; lleva tiempo retirado y no se nada de él (el enlace que encontré es lo más reciente que sé de él). Pero ahora voy a hablar del segundo: Diego Fernández Columé.

   Cuando lo conocí, yo estudiaba música aún (la dejé antes de finalizar BUP). El , por su parte era profesor auxiliar de la escuela de música que había entonces en el Instituto Viejo de Jovellanos, y que posteriormente pasó a la Universidad Laboral, convertida en Conservatorio. También era, y es,  pintor (y bueno, picad en el enlace). Aún estaba soltero y daba clases particulares de música, dibujo y pintura en su casa de entonces, un ático cercano entre San Bernardo y la Calle del Instituto.     

   Cuando tuve que dejar sus clases, tuvo la generosidad de no cobrarme sus últimas clases; a cambio, me hizo comprar con ese dinero una enciclopedia de pintura de Parramón, que me fue muy útil cuando recuperé el gusto de dibujar, y que aún conservo. Y me dio la figurita de una lechuza, que tenía rondando por casa. Es un bonito recuerdo.

   La figura, de unos 11 cm de altura, es de barro cocido policromado: vistosa y bonita, pero no encontré un sitio donde colocarla de modo seguro, así que la guardé en una caja y ahí se quedó durante... dos ó tres décadas, no estoy seguro. Revisando las cajas del trastero, la  reencontré y decidí que podía hacerle un dibujo. La llevé a casa, pero tardé unas semanas en ponerme a ello... y ahí cometí el error.

   Dejé la figura dentro de un armario, estaba segura; pero tuve que coger un par de cosas para el Belén por Navidades, tropecé y se me cayó desde una altura de casí 2 metros.
Rompió el pedestal formado por los dos libros y una pica de la cabeza.  Lo que no pasó en media vida, sucedió en 2 segundos. Gasté medio tubo de Supergen para restaurarla, y pude finalmente dibujarla. Después de esto, se queda otra vez en la caja, sí o sí.


   El dibujo es a acuarela en tamaño a6, sobre papel hanji. El acabado es más rugoso que en otros dibujos. Como ya voy por la segunda mitad del cuadernillo, me imagino que el papel tiene un lado rugoso, y otro liso, que es el que más me gusta. En el próximo que haga de esta libretilla, hare la prueba dibujando en el lado opueso del papel.

024
Cafetera sin boceto

   En fin, Feliz Año por aquí. Sigo sin saber cómo orientar este blog; de momento sólo lo uso como contenedor de pequeños experimentos, pero estoy pensando en qué otro tipo de dibujos hacer, simplemente para que puedan diferenciarse los blogs entre sí. A ver si el mes que viene empiezo a probar algo distinto.

   Mientras, he subido esto. La tinta china suele espesarse si tarda en usarse. Puede venir bien para mantener un tono negro definido, pero conviene que tenga cierta liquidez para no forzar las cerdas de los pinceles. En esta ocasión, intenté remediarlo añadiendo un poco de agua al frasco de tinta, con una pipeta de plástico.

   Para probar la tinta, hice un dibujo rápido, sin abocetar, con lo primero que tenía a la vista. Como estaba en la cocina, resultó ser la cafetera encima de la vitrocerámica. Lo que hay detrás es la pared de azulejos, con una especie de rodapié con el mármol de la encimera. Lo que está a lápiz eran fórmulas para cálculos de motores trifásicos, de unos apuntes que ya había pasado a limpio; pillé el primer papel que tenía a mano.

   No es un buen dibujo, la verdad: el asa está claramente desproporcionada, la tapa tiene un problema de perspectiva y el rodapié y los azulejos están torcidos. Pero tiene cierta energía que me gusta, el reflejo de la cafetera en la vitro y ese intento de imitar la textura del mármol con pincel seco.

   Y la tinta no estaba mal, pero seguía siendo demasiado espesa. Tengo oído que alguna gente ha probado a licuar la tinta calentándola al baño maría, estoy tentado de probar.

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Nocturno enfrente de mi casa.

  Bueno, parece que vuelvo. Ahora ya me he adaptado, creo, al funcionamiento del blog nuevo. Aunque si puedo seguir con éste, me gustaría que fuese algo distinto: poner los mismos temas en ambos blogs es una opción respetable, pero me gustaría saber si puedo realizar otras cosas. De momento no se me ocurre cómo orientarlo, así que voy a hacer una aparición mensual (al menos hasta que sepa seguro cómo seguir), para no perder demasiado el hábito.



   Y empiezo de nuevo con un pequeño experimento. Hay en el centro un almacén de una franquicia danesa, que tiene mucho material hecho en China: las libretas de papel de bambú las pillé allí. En un par de ocasiones pillé otro tipo de papeles, por probar. Este dibujo fue hecho con papel de acuarela negro... que para mi es tan útil como una nevera en el Polo.

   ¿Por qué? Básicamente, la acuarela es una técnica muy luminosa, pero depende de la base en la que dibujes, porque los colores tienen un grado muy alto de transparencia. Para apreciar bien sus colores,necesitas un papel blanco ó de tonos muy claros. La prueba que hice con acuarelas fue bastante decepcionante, y aparqué el papel, a falta de otras ideas. Probé con el rotulador de gel blanco y no daba mal resultado, pero no acababa de cuajar.

   En esas estaba cuando el mes pasado hice algunas fotos de noche del Puerto Deportivo, y del acceso a mi calle, que está a sólo unos metros. La foto de modelo la hice apenas a diez metros del bloque de mi casa, en el paseo que tenemos enfrente.

   La foto tiene tan poca luz que apenas se ve color, y muestra al fondo un espigón del Puerto del Musel, con una luz y lo que supongo sería una grua. La zona de la derecha es un acantilado, y sus luces pertenecen a la Casa de las Piezas, llamada así porque tenía cañoñes apuntando al mar cuando aún era propiedad del Ejército. Ahora es un parque pintoresco, estropeado por la pátina de demasiados graffittis. Abajo, rompen las olas en el Pedreru. Cuando hay marea baja, todavía se puede ver a alguien pillar llámpares (lapas) ó bígaros de entre las rocas.

   El dibujo es de tamaño cuartilla, un a5, y fue hecho con lápiz blanco de Conté, usé témpera blanca para remarcar las luces y los brillos de las olas. También usé un lápiz blando para las zonas más profundas del acantilado.

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Ventana de pub en Castro Romano
Cita:

"Buenas noches, y buena suerte"

Edward R. Murrow

 Sí, es una ventana. Cerrada, por más señas. La única que conozco en todo Gijón que debe ser de  tipo guillotina; ya sabéis, como en las pelis viejas de Hollywood. Y digo "debe" con toda la intención, porque ese pub lleva tanto tiempo cerrado que no la recuerdo abierta.

   La calle Castro Romano está en Cimadevilla, en Gijón, justo debajo de mi calle; hay cierto desnivel en el barrio, no deja de ser una pequeña península. De hecho, los edificios del fondo pertenencen a la calle Fuerte Viejo; en su base hay una escalinata de acceso entre ambas calles.

   Castro Romano es una calle pequeña, en forma de L, que acaba en un aparcamiento; éste tiene una escalinata de acceso peatonal a la cercana Plazuela de la Soledad. Esta ventana está en un extremo de la calle, en medio de una fachada de ladrillo visto.El escaparate de al lado pertenece a una carnicería de toda la vida en el barrio (al menos, de toda mi vida). La mancha roja del medio es el logo del negocio, una cabeza de res, comprimido por la perspectiva.

   Hacía tiempo que quería hacer este dibujo, porque muy a menudo mi vuelta a casa es por esa calle, y la luz le da un cierto carácter que quería mostrar. Pero parece que ahora tengo poca paciencia para dibujar todos los ladrillos (algo que había hecho en otros dibujos), así que he tirado por un acabado más impresionista, remarcando las sombras y una zona de ladrillos mas envejecidos. Era una tarde soleada cuando saqué la foto de modelo, espero que de algún modo se note en el resultado.



   Y hasta aquí, compañeros. Esta es la última entrada de éste, vuestro, fotolog. Creé mi cuenta a principios del 2005, sin saber qué hacer aquí. Empecé a subir dibujos cuatro años después, el día de mi cumpleaños. Ha sido un recorrido irregular, no libre de errores, pero satisfecho de haber pasado toda una etapa de mi vida aquí. Lo que pase después en Miarroba está por ver, quién sabe, y la semana que viene continúo en Blogger (recordad, https://periplosporelparamo.blogspot.com/) . Mañana visitaré a todos los que pueda y me acuerde, perdón al resto. Y a todos, buena suerte. Nos vemos, gente.

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