MUSEO DE LA TORTURA DE SANTILLANA DEL MAR

El pasado fin de semana estuve en Santillana del mar, y aunque ya había estado en otras ocasiones , ahora me encontré con el museo de la tortura (que se llama de la Inquisición).
Esta colección fue durante un tiempo itinerante, y tuve ocasión de verla hace ya unos 15 años en Visseu (Portugal).
Es realmente desagradable, sobre todo pensando en lo que un ser humano puede llegar a hacer con otro, pero me parece necesario verla , tal vez para no olvidar que todo eso en mayor o menor medida fue cierto y no volver a repetirlo.
De hecho hoy en dia se sigue torturando, con tanto o más desprecio por la vida y el sufrimiento humano como entonces.
Asociar tortura e inquisicion de este modo no me parece correcto ni justo. Es cierto que la iglesia y los estados pontificios, -en nombre de Dios-, usaron y abusaron de la pena de muerte y la tortura.
Basta recordar al célebre "Mastro Titta", verdugo que sirvió a los estados pontificios durante unos 60 años,cuya habilidad como ejecutor no tuvo rival y fue descrita por el mismísimo Charles Dickens durante un viaje a Roma.
Casi siempre se daba al condenado la opción de retractarse, sobre todo en los delitos de herejía.

Pero tambien los poderes civiles la utilizaron y la siguen usando sin ningun pudor y en mayor medida. Recordemos la revolución Francesa y lo que supuso la Guillotina en cuanto a facilidad para cortar cabezas, ya que el hacha del verdugo necesitaba habilidad y era más lenta.

Celebridades nacionales francesas fueron Anatole Deibler, André Obretch, Marcel Chevalier o Ferdinand Meyssonnier, último operario de la guillotina en Argelia, recientemente fallecido y frecuentemente entrevistado por la prensa y la Tv y autor de unas memorias ("Paroles de Bourreau").

Bien, pues en esta foto se ve un patíbulo con el tajo típico con su hueco para encajar la barbilla del condenado ,unas anillas a los lados para atarle los brazos, y un hacha , de origen Italiano, ligera, de buen filo y ancha base que según los organizadores del museo fue utilizada en su época para ejecuciones.

Del verdugo, en general, salvo las excepciones comentadas, no se sabía nada. No era nadie. No existía más que en ese momento, y fuera de él era casi siempre un ciudadano anónimo. Por eso iba tapado. Actuaba en nombre de los tribunales, la sociedad, el sistema ...

El día 2 de Febrero de 1939 , en la estación de tren de París un venerable anciano falleció de un ataque al corazón. En principio nada especial pero a las pocas horas se armó un auténtico revuelo nacional, y llenó las portadas de los periódicos al conocerse la identidad del pobre anciano; Anatole Deibler , el "Señor de París" que en ese momento se dirigía a guillotinar a su "cliente" número 300 había fallecido.

Como dijo Hobbs: "Homo homini Lupus" (El hombre es para el hombre, un Lobo)