El mus es como nuestro pueblo, divertido pero exigente; repugna a la pereza y disciplina el carácter, educando a los vanidosos, compensando a los pacientes, tentando a los audaces y, al final, imponiéndose aquellos que conjugan mejor el valor de sus recursos con la oportunidad del envite" Juan Carlos I

Esta frase que en su día se le atribuyó al Rey emérito, es una de las claves para poder entender y disfrutar de esta maravillosa disciplina que es el mus, en la cual desde los palacios hasta las tabernas se unen cuatro amig@s para deleitarse con los lances, querites y envites, dando mandobles a diestra y siniestra con una espada imaginaria transformada en cuatro cartas, saliendo victorioso de la contienda o sucumbiendo en tan digna lid. Aunque lo comparemos con una batalla, nunca hay perdedores, porque siempre queda por encima de todo la amistad y el compañerismo, retándose nuevamente una y otra vez con la ilusión de poder resarcirse de la última derrota. En una jornada histórica, en la cual se dio una circunstancia especial que pasará a los anales de éste apreciado Torneo, la confrontación fraternal entre los hermanos Valderrama, Mercedes y Carlos, con sus respectivas duplas, Pedro Castro y Chuchi Alonso, jugándose la Gran Final del XXV Torneo de Mus, Aduana de Santander, en la cual, Carlos y Chuchi, endosaron una aplastante “bota”, seis a cero, no teniendo piedad con sus rivales, aunque les uniesen tan estrechos lazos. Y aunque en la Gran Final no hubo color, en la batalla por la medalla de bronce, que como se dice en el argot deportivo, es la que se gana, mientras que la de plata se pierde, se disputó una de las contiendas más emocionantes que se han vivido en el Campeonato, doblegando no sin arduo esfuerzo a la gran pareja formada por Chuchi Burgués y Cesar Fuentes, cayendo frente a la constituida por Alberto Gutiérrez y Eduardo Salas, por seis a cinco, en los últimos lances de la partida. En la Final de la Fase Secundaria, la excelsa pareja formada por María Eugenia Ortiz y Javier de la Hera vencieron, por seis a tres, a la otra excelente dupla integrada por Miguel Fonfría y Miguel Fernández. Teresa Fernández y María
Casado, la pareja revelación, sucumbieron por seis a cinco frente a los magnánimos Esther de las Casas y Nacho Terán. El trofeo II Memorial Fernando Cámara a la mejor pareja de la Fase Previa se lo llevaron imbatidos, los majestuosos musistas Pedro Quintanilla y Domingo Ruiz, mientras que el trofeo CANTABRIASIL a la Simpatía y Juego Limpio, la meritoria compañera María Eugenia Ortiz, demostrando su gran capacidad de superación frente a las adversidades. ¡Honor y Gloria a todos los vencedores! Siendo este compañerismo y amistad la que nos ha llevado a poder compartir durante veinticinco años estos bonitos momentos de apasionante confrontación y camaradería con gran exultación, con todos aquellos contendientes y a la par amig@s, más de un centenar, que han sabido disfrutar de este solaz juego. ¡Quién lo diría! Estamos celebrando las bodas de plata. Todo comenzó desde que unos compañeros de la Aduana, encabezados por Manuel del Moral, iniciaron un pequeño Torneo que se fue agrandando hasta ser considerado uno de los más prestigiosos en el ámbito musístico, por su nombradía, organización y el savoir faire de sus participantes. Y que sería de este Torneo sin su alma máter José Ramón Astarloa, que gracias a su especial dedicación ha sabido vincular a sus incondicionales colaboradores. Damos las gracias encarecidamente, a los valedores de la excelente acogida que ha tenido el desarrollo del Torneo en la prensa regional, haciéndose eco semanalmente con puntualidad británica. Finalizamos este maravilloso Torneo, quedando convocados tod@s para la XXVI edición, que vendrá lleno de sorpresas y novedades queriendo terminar, brindando con un sentido homenaje a los amigos que nos dejaron y que siempre les llevaremos en nuestros sentimientos. Muchas Gracias a tod@s por vuestra participación y os esperamos el año que viene con los brazos abiertos.

Eduardo Salas miembro del Comité Organizador