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Yo quiero ser costalero, señora
y ceñirme en negra faja
y calzarme zapatillas
que te llevarán a rastras,
como Arahal le gusta,
chicotá, silencio y basta.
Yo quiero ser costalero, señora
y llenarme el costal de amores,
que mis entrañas experimenten la hazaña,
de sentirse costalero de la Virgen de los Dolores.